La anorgasmia es una disfunción sexual por la que las personas que la sufren se ven incapacitadas para alcanzar el orgasmo durante sus relaciones sexuales e incluso mediante la masturbación. Es más frecuente entre las mujeres que en los hombres
Los estudios realizados determinan que únicamente un tercio de las mujeres afirma alcanzar el orgasmo con regularidad, mientras que entre un 5 y un 10% nunca lo han experimentado. La anorgasmia puede ser:
- Primaria: siempre ha estado ahí.
- Secundaria: tras un periodo de normalidad en el que se alcanza el orgasmo con regularidad, deja repentinamente de lograrse.
También puede clasificarse como:
- Absoluta: cuando no se consigue el orgasmo en ninguna circunstancia.
- Relativa: cuando únicamente se obtiene de una forma determinada.
- Situacional: si se logra el orgasmo sólo en circunstancias muy concretas.
Algunos factores que pueden estar en el origen de la anorgasmia son: la toma de ciertos medicamentos, como los antidepresivos; Problemas psicológicos; Déficit de testosterona; Enfermedades del aparato circulatorio, endocrinológicas, ginecológicas o neurológicas.
No debe dejar de tenerse en cuenta también la influencia de una deficiente formación e información sexual, así como la falta de comunicación con la pareja como origen del problema. Lo cierto es que apenas el 5% de los casos de anorgasmia tienen una causa orgánica identificable.
En cualquier caso, la anorgasmia tiene tratamiento y éste resulta eficaz en el 95% de los casos.
En el tratamiento se deberá trabajar en la eliminación de las actitudes negativas y prejuicios en torno a la sexualidad y el orgasmo; mejorar la comunicación con la pareja; desplegar habilidades sexuales; hacer tareas específicas para esta disfunción sexual.
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